24 may 2012

Red Bull X1 Prototype



Los padres de la criatura (virtual) son, por un lado, el mayor experto de simuladores de conducción, Kazunori Yamauchi, creador de la salga Gran Turismo de Polyphony para la PlayStation. Poro otro, Adrian Newey, diseñador del Red Bull RB6 de F1 y probablemente el ingeniero con más éxito de la F1 actual. Conseguir a ambos trabajando juntos es como tener a Nadal y Federer como pareja de dobles.

Y su empeño es averiguar hasta dónde puede llegar un Fórmula 1 sin estar ligado a ningún reglamento ni limitación, sólo con el objeto de ser lo más rápido posible.

La idea de crear el coche más rápido del mundo había estado en la mente de Yamauchi durante años. Una ardua tarea incluso para el creador del mejor simulador de conducción, el Gran Turismo, lanzado orignalmente en 1997. “Polyphony estaba trabajando en el diseño de este coche”, explica Yamauchi, “pero mi siguiente idea era trabajar con un diseñador de coches de carreras experimentado, el mejor del mundo. Y encontramos una conexión con Adrian Newey”.

“No puedo olvidar lo nervioso que estaba cuando fuimos a Red Bull Racing en Milton Keynes (Inglaterra) y presentamos el proyecto a Adrian por primera vez. Esperaba que dijera “¡es una basura!”, pero Adrian se interesó en nuestros esquemas y modelos y le gustó el diseño. Y nos dio unos consejos perfectamente detallados como sólo Adrian sabía”.

Y no puede haber mejor mentor que Newey. Su estelar carrera en la F1 empezó en Fittipaldi y March, para luego ir a EEUU donde creó los diseños que ganaron el IMSA GTP en 1983 y 1984. El año siguiente ganó la Indy –el equivalente en EEUU de la F1-. En 1990, con Williams, ganó cinco títulos de constructores, nada menos que con Mansell, Hill, Prost y Villeneuve –alguno de ellos, por cierto, no hubiera ganado el campeonato de no contar con un vehículo netamente superior-. Siguieron más campeonatos en 1998 y 1999 con McLaren y acaba de conseguir con Red Bull.

Newey afronta el proyecto del Gran Turismo 5 con la misma intensidad que aplica en la F1 pero con mucha más libertad en las facetas mecánica y aerodinámica. La primera sorpresa viene del motor, una turbina de gas.

“Las turbinas de gas generan mucha potencia y son relativamente ligeras para la potencia que suministran”, explica Newey. “No obstante, el problema con las turbinas de gas es que les gusta girar a una velocidad constante y tienen una mala respuesta al acelerador, que es por lo que no han tenido éxito en el pasado. Puedes evitar estos problemas inherentes con una transmisión continua variable, como usamos en el Williams en 1993. Efectivamente, puedes mantener la turbina a velocidad constante usando la transmisión para variar la velocidad de la rueda”.

Por prudencia, Newey declina especular sobre la potencia de la turbina y la velocidad máxima. Por suerte, Polyphony no, y calcula una potencia de unos 1.500CV y 400km/h. Para conseguir esa velocidad máxima, la aerodinámica es crítica.

“Los dos elementos más significativos del X1 son las ruedas carenadas y el ventilador para hacer que el apoyo aerodinámico sea independiente de la velocidad”, comenta Newey.

“Las ruedas carenadas son una ayuda enorme para la resistencia y el apoyo aerodinámico. No obstante, la aerodinámica convencional solo trabaja en función de la velocidad al cuadrado, así que a baja velocidad, incluso con las ruedas carenadas, no tienes mucho apoyo. Aquí es donde interviene el ventilador, que actuar como un aspirador y es independiente de la velocidad del coche, incrementando el apoyo a baja y media velocidad de una manera enorme”. Por supuesto, habría que contar con suspensiones regulables que mantuviesen constante la altura del suelo.

Al contrario de un fórmula 1 de verdad, el X1 no se ha probado en el túnel de viento, pero está claro que el potencial de este coche no tiene límites. Newey, otra vez prudente, no quiere ofrecer cifras. “Son todo suposiciones, ya que el X1 no ha estado en el túnel de viento, pero las ganancias potenciales son masivas. El apoyo de los F1 actuales está muy restringido, así que esto estaría en otro nivel”. En el Gran Turismo 5, el X1 Prototipo produce 8,25g de aceleración lateral y más de 2.500kg de apoyo a 300km/h. Sebastian Vettel fue la primera persona en probar el X1 e inmediatamente estableció un tiempo en Suzuka 20 segundos más rápido que su propio F1 de 2009.

Después del motor y la aerodinámica, otros factores cruciales en un F1 son las ruedas y los frenos. Los F1 actuales llevan ruedas de sólo 13” y perfil alto. Parecería lógico ir a un diámetro mayor y neumáticos de perfil bajo, pero Newey lo niega. “De hecho, un perfil alto es esencial en un coche de poco peso y mucha carga, si no se volvería inconducible”. Se podría ir hasta 15 pulgadas, pero no más. El carbono sigue siendo el material óptimo para los frenos, pero necesitarías un sistemas de asistencia y un ABS de cuatro canales”. En cuanto a los controles de tracción y estabilidad, Newey no los encuentra una gran ventaja para los mejores pilotos.

Newey parece en cierto modo frustrado por las reglas actuales, demasiado restrictivas, pero es realista sobre la necesidad de ofrecer espectáculo. “Para mí, es siempre importante que los reglamentos permitan el desarrollo de los coches y la innovación. Y el conjunto es una combinación de habilidad del piloto y prestaciones aerodinámicas. Debería ser posible para el mejor piloto con un coche un poco más lento competir contra un piloto menos bueno en el coche más rápido. Esta combinación es esencial en fórmula 1. Si se desequilibra completamente hacia uno u otro lado, entonces resulta mucho menos atractivo”.

Resulta tentador que Newey volviese a colaborar con Polyphony para diseñar el coche de calle más rápido del mundo pero, por ahora, nos podemos conformar con el X1 Prototipo. Y es que, al contrario que en la mayoría de los casos, el X1 es un coche que sí nos podemos permitir… aunque sea virtualmente.



M. Lerma (Revista “Car”)

Peso: 545kg
Potencia: 1.500CV
Velocidad Máxima: 400km/h
0-100km/h:
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